Este método de evaluación se opone firmemente a la escuela actual, pensando que estas clases son uniformes, poco creativas y prácticas y dan demasiada importancia a los test de CI. Ante esta situación (normalizada en la mayoría de los países), el autor se encuentra en desacuerdo tomando una actitud de desprecio y negatividad, creyendo que así no se consiguen individuos capacitados y competentes.
Para ello, intenta crear una evaluación alternativa, simple, natural y continua, distinguiendo las siete inteligencias y observando cada una de ellas. El autor, cree que esta evaluación no tiene porqué ser necesariamente en formato examen, sino simple observación de comportamientos ante los materiales utilizados para cada inteligencia. Para ello, tanto el entorno, el contexto y los materiales tienen que ser diversos, cuidados y tienen que incitar al niño para su uso, evitando la frustración de éste. El autor la define como “la palanca más potente en la educación” ,ya que es la mejor ayuda para el estudiante (identificando sus áreas fuertes y débiles para potenciarlas, cual puede ser su futuro…)
La comprensión es un objetivo inmediato en la educación, en el que nos tenemos que basar como educadores, por ello ,las clases deben de incitar a la participación y a la explicación de las diferentes disciplinas por los niños.
